Playas extensas y de arenas finas se combinan con grandes centros urbanos para regalar las ciudades balnearias más destacadas de la región: Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, Miramar, Necochea y Monte Hermoso permiten disfrutar del mar y el sol, los deportes, la aventura, y un sinfín de propuestas nocturnas que suman aún más motivos para elegirlas.
Pero éste es sólo uno de los aspectos de la Costa Atlántica bonaerense: la tranquilidad que buscan las familias en las vacaciones y el ansiado reláx también forman parte de este paraíso terrenal. Muestra de ello son las localidades de San Clemente del Tuyú; Las Toninas; Costa Chica; Santa Teresita; Mar del Tuyu; Costa del Este; Aguas Verdes; La Lucila del Mar; Costa Azul; San Bernardo; Mar de Ajó; Nueva Atlantis; Pinar del Sol y Costa Esmeralda, las más cercanas a la Capital Federal.
Continuando en dirección sur por la Ruta Interbalnearia Nº 11, Ostende; Valeria de Mar; Cariló; Mar de las Pampas; Las Gaviotas; Mar Azul; Mar Chiquita; Mar de Cobo, Playa Dorada y Santa Clara del Mar, son las próximas sorpresas preparadas. Y hay mucho más: Mar del Sur; Arenas Verdes; Quequén; Orense; Claromecó; Reta; Oriente; Marisol; Pehuen-Có y Punta Alta se suman a esta completa propuesta turística.
Destinos veraniegos de preferencia, las playas de la provincia de Buenos Aires se extienden a la vera del Océano Atlántico seduciendo con sus paisajes deslumbrantes e invitando a disfrutar de las más variadas opciones turísticas. Descanso, recreación, deportes, diversión y aventura, estos paraísos estivales saben perfectamente cómo interactuar con los deseos del visitante.
Emergidas a unos 300 Kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, estas playas de características diferenciales se tienden abarcando más de 1.200 Kilómetros de naturaleza privilegiada, y alzando en ella equipados balnearios destinados a todos los gustos. Parajes agrestes y solitarios; grandes urbes; villas enmarcadas por frondosos bosques; zonas de imponentes médanos; todos son entornos bonaerenses donde el verano se vive a pleno.
Mar del Plata: kilómetros y kilómetros de playas doradas, aguas cristalinas, satisfacción, diversión y magníficos servicios la han convertido en el destino de familias y grupos de amigos que encuentran en ella las vacaciones ideales.
Pinamar: playas urbanas plenas de bellezas y comodidades, y playas agrestes que invitan a disfrutar con todos los sentidos de sus entornos y alternativas, este destino veraniego por excelencia es una perfecta combinación de bosques, costa e infraestructura turística.
Ostende: considerada el balneario más antiguo del Partido de Pinamar, ofrece una cartelera turística relajante, activa y prometedora de excelentes servicios.
Valeria del Mar: reluciente, veraniega y de paisajes ondulantes, esta pequeña localidad promete una estadía placentera y renovadora.
Cariló: sus amplias playas sólo cuentan con tres balnearios y un parador, conservando así el aspecto salvaje y virgen de sus médanos, bosques y mar.
Villa Gesell: destacada por sus playas de suave declive, y elegida por los jóvenes de todo el país, incluye en su propuesta turística naturaleza, aventura y diversión.
San Clemente del Tuyú: posee las playas más amplias de la costa, enmarcadas por un maravilloso cordón de médanos que las torna desafiantes a la hora de practicar deportes.
Santa Teresita: tres kilómetros de majestuosas playas incitan al disfrute pleno de innumerables alternativas y seducen con paseos junto al mar.
San Bernardo: por sus balnearios de gran comodidad para los visitantes, y sus espacios ideales para la práctica de diversos deportes náuticos y playeros, esta villa veraniega es una de las más concurridas
Partido de la Costa. Situación que se ve afianzada por su cercanía a la apacible Costa Azul, y a la agraciada Lucila del Mar.
Mar de Ajó: dorarse al sol, refrescarse en las aguas turquezas, perderse en la contemplación del horizonte; concentrarse en la pesca desde el imponente muelle de hormigón; son algunas de las exquisitas opciones que presenta esta ciudad balnearia.
Miramar: paraíso de las vacaciones familiares, sus encantadoras playas seducen al turismo con una infinidad de atractivos que aseguran diversión sin límites en contacto con la naturaleza.
Mar de Ajó: dorarse al sol, refrescarse en las aguas turquezas, perderse en la contemplación del horizonte; concentrarse en la pesca desde el imponente muelle de hormigón; son algunas de las exquisitas opciones que presenta esta ciudad balnearia.
Miramar: paraíso de las vacaciones familiares, sus encantadoras playas seducen al turismo con una infinidad de atractivos que aseguran diversión sin límites en contacto con la naturaleza.
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